Esta delirante pelicula tiene mucho de Oliver Aton y las aventuras del anime japones que animaba las tardes de nuestra infancia. Combina con elegancia las historias de samurais con la comedia fisica tipica del humor japones. Ademas tiene efectos especiales que se ven incorporados en situaciones poco comunes a ellos, como un partido de futbol.Un parrafo aparte merece el elenco de personajes, que suman a este circo el toque de cine clase W que se necesita para no tomarsela en serio. En especial Stephen Chow, que encarna una especie de superheroe encubierto que destroza las redes y los corazones. Especial para una tarde de domingo, o para ver con los amigos antes de salir de joda.
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